Muy estimados amigos Este año nos ha regalado el poder iniciar este medio de comunicación entre nosotros. Agradecemos a Dios este don y a ustedes su permanente apoyo. Les pedimos que nos hagan llegar sus opiniones y sugerencias para saber por dónde continuar, qué temas les interesan y ayudan, o para hacernos llegar sus propios aportes para que sean difundidos por este medio. Estamos en adviento, tiempo del todo privilegiado para mirar nuestro interior, nuestras familias, nuestra sociedad… sin gran esfuerzo nos damos cuenta de la necesidad que tenemos de Dios entre nosotros. El Papa Benedicto XVI nos enseña que éste es «el tiempo propicio para despertar en nuestros corazones la espera de “Aquel que es, que era y que va a venir”». Para este boletín hemos elegido dos notas de la agencia informativa Zenit que nos parecen apropiadas a las problemáticas que este año hemos tratado en nuestro Instituto. La primera es del P. Cantalamesa sobre la importancia de la relación de los padres con los hijos, relación dificultosa a veces, pero siempre vital para todos. La segunda nota es una entrevista en la que la Profesora Carla Rossi Espagnet afirma que la familia no siempre se presenta como un modelo atractivo para la realización de sus miembros. Esperamos que sean de ayuda para todos y nos despedimos con un cordial saludo!

Rosa Zacca
Directora

“Sanar la relación padres-hijos, una misión más actual que nunca”

 

Comentario del padre Cantalamessa a la liturgia del domingo XXIV Domingo del tiempo ordinario [C]

Exodo 32, 7-11.13-14;  I Timoteo 1, 12-17; Lucas 15, 1-32

En la liturgia de este domingo se lee íntegramente el capítulo decimoquinto del Evangelio de Lucas, que contiene las tres parábolas llamadas «de la misericordia»: la oveja perdida, la dracma perdida y el hijo pródigo. «Un padre tenía dos hijos...». Basta con oír estas palabras para que quien tenga una mínima familiaridad con el Evangelio exclame enseguida: ¡la parábola del hijo pródigo! En otras ocasiones he subrayado el significado espiritual de parábola: esta vez desearía subrayar en ella un aspecto poco desarrollado, pero extremadamente actual y cercano a la vida. En su fondo la parábola no es sino la historia de una reconciliación entre padre e hijo, y todos sabemos qué vital es una reconciliación así para la felicidad tanto de padres como de hijos.

Quién sabe por qué la literatura, el arte, el espectáculo, la publicidad, se aprovechan de una sola relación humana: la de trasfondo erótico entre el hombre y la mujer, entre esposo y esposa. Publicidad y espectáculo no hacen más que cocinar este plato de mil maneras. Dejamos en cambio sin explorar otra relación humana igualmente universal y vital, otra de las grandes fuentes de alegría de la vida: la relación padre-hijo, el gozo de la paternidad.

En literatura la única obra que trata de verdad este tema es la «Carta al padre», de F. Kafka (la famosa novela «Padres e hijos» de Turgenev no trata en realidad de la relación entre padres e hijos, sino entre generaciones distintas).

Si en cambio se ahonda con serenidad y objetividad en el corazón del hombre se descubre que, en la mayoría de los casos, una relación conseguida, intensa y serena con los hijos es, para un hombre adulto y maduro, no menos importante y satisfactoria que la relación hombre-mujer. Sabemos cuán importante es esta relación también para el hijo o la hija y el tremendo vacío que deja su ruptura.

Igual que el cáncer ataca, habitualmente, los órganos más delicados del hombre y de la mujer, la potencia destructora del pecado y del mal ataca los núcleos vitales de la existencia humana. No hay nada que se someta al abuso, a la explotación y a la violencia como la relación hombre-mujer, y no hay nada que esté tan expuesto a la deformación como la relación padre-hijo: autoritarismo, paternalismo, rebelión, rechazo, incomunicación.

No hay que generalizar. Existen casos de relaciones bellísimas entre padre e hijo y yo mismo he conocido varias de ellas. Pero sabemos que hay también, y más numerosos, casos negativos de relaciones difíciles entre padres e hijos. En el profeta Isaías se lee esta exclamación de Dios: «Hijos crié y saqué adelante, y ellos se rebelaron contra mí» (Is 1, 2). Creo que muchos padres hoy en día saben, por experiencia, qué quieren decir estas palabras.

El sufrimiento es recíproco; no es como en la parábola, donde la culpa es única y exclusivamente del hijo... Hay padres cuyo sufrimiento más profundo en la vida es ser rechazados o hasta despreciados por los hijos. Y hay hijos cuyo sufrimiento más profundo e inconfesado es sentirse incomprendidos, no estimados o incluso rechazados por el padre.

He insistido en el aspecto humano y existencial de la parábola del hijo pródigo. Pero no se trata sólo de esto, o sea, de mejorar la calidad de vida en este mundo. Entra en el esfuerzo de una nueva evangelización la iniciativa de una gran reconciliación entre padres e hijos y la necesidad de una sanación profunda de su relación. Se sabe lo mucho que la relación con el padre terreno puede influir, positiva o negativamente, en la propia relación con el Padre celestial y por lo tanto en la misma vida cristiana. Cuando nació el precursor Juan Bautista el ángel dijo que una de sus tareas sería la de «hacer volver los corazones de los padres a los hijos y los corazones de los hijos hacia los padres» [Cf. Lc 1,17. Ndr], una misión más actual que nunca.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]

http://www.zenit.org/article-24813?l=spanish

 

Seminario - Taller

Impacto en los nuevos Líderes…Hacia una Cultura de la Vida

Reflexiones en torno a la Bioética para jóvenes.

Se llevó a cabo los días 30/11/07 y 1/12/07 en la Ciudad de Posadas- Misiones

Disertantes: Dra. Rosa Zacca, Lic. Roxana Laxi, Lic. René Ramos

El Instituto ha sido invitado por la Sede Posadas de UCASAL, para dar este Seminario-Taller, que entre sus fundamentos podemos citar:

“ La realidad que se les presenta a nuestros jóvenes en relación a los temas bioéticos hoy los confunde y llena de incertidumbre: falta de sentido de la vida y de proyectos personales erotización permanente, promiscuidad, canalización de las relaciones personales, inmersión en una cultura hedonista, etc., impidiéndoles tomar iniciativas y decidir adecuadamente respecto de sus propios proyectos de vida.

Esta realidad apremiante nos motiva profundamente, como Instituto de la Familia y la Vida , a comprometernos con ellos para acercarles respuestas claras, desde lo científico y lo antropológico, a fin de acompañarlos en este proceso de maduración necesario para asumir una adultez con bases sólidas.”

Jornadas: “Cuando Uno mas Uno no son Dos”

Con mucho interés por parte de la comunidad, se llevó a cabo el 27 de Noviembre pasado, en nuestro Instituto, la Segunda Jornada del Taller “Cuando uno mas uno no son dos” que da continuidad al ciclo de Actualización sobre temas referidos al Matrimonio que iniciamos en Abril de este año.

En esta oportunidad el tema tratado fue: “La familia será lo que sea la pareja”.

La idea fue que participen los miembros de Movimientos, Agentes de Pastoral y personas que trabajan en las realidades de matrimonio, familia y jóvenes, para que luego puedan repicar en sus respectivas instituciones la temática abordada, con el material que les proveeremos para trabajar y organizar los mismos.

Los invitamos asimismo, a repetir esta experiencia (como lo hicieron en la instancia anterior con muy buena respuesta) con matrimonios de Parroquias o con grupos de algunos barrios periféricos de nuestra ciudad, como una buena iniciativa antes de la Navidad.

 

Jornadas: “Cuando Uno mas Uno no son Dos”

 

Se llevó a cabo el día 30 de Noviembre en el Colegio Juan Carlos Saravia de la Ciudad de Salta, una charla formativa a cargo de Docentes del IFV con la concurrencia de alumnos y profesores de Nivel Polimodal.

Nuestra propuesta se basa en concientizar:  

El SIDA es una Responsabilidad educativa de TODOS

¿Cómo Hacerlo?

Educando, Informando, Previniendo, Formando, Sosteniendo, Acompañando  

El Sida es una enfermedad que nos enfrenta con situaciones límites, que demandan una reflexión sobre el dolor humano y el sentido de la vida frente a la muerte, acontecimiento durante el cual la VIDA adquiere su verdadera dimensión.